miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ovación

Ni subido a una escalera conseguiría besarte. Son sus únicas palabras. Después, la risa del público ahoga el ruido de su cuerpo cayendo una y otra vez, mientras el pequeño payaso intenta alcanzar a la bailarina. Ella, perfecta, brilla sobre su diminuta plataforma. Él, torpe, continúa hasta que el trapecista vuela sobre la joven y la besa en el aire.


Esa noche no. A base de morados ya consigue mantener la escalera en perfecto equilibrio, y sube bajo la atenta mirada de todo el circo. Ella se inclina para darle un beso. ¡Al fin están juntos!


Hoy es el acróbata quien cae desde una altura mucho mayor que la de su trapecio.


Ovación.


NiñoCactus

5 comentarios:

Elchiado dijo...

Acabo de percatarme de que en esta entrada no hay ningún comentario. Y la verdad, debo decirle que este pequeño relato es una auténtica joya, de esas que a uno mismo le hubiese gustado escribir de su pluma... es la verdad; un abrazo, una sonrisa... y ovación.

Elchiado dijo...

Hola Sr., vengo a dejarle un abrazo tan grande, que voy a tener que hacerlo en dos comentarios, porque sólo aquí no creo que pueda encajarlo. Es lo menos que puedo hacer, ya que sus palabras siempre son auténticos bálsamos capaces de curar. Pues lo dicho, he venido hasta aquí porque este cuento es de mis preferidos, es insuperable. Mi abraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaazo...

Elchiado dijo...

... y el ressssssssssssto del abraaaaaaaaaaaaaaaaaaaazo que no he podido meter en el otro comentario!!!!!!! (¡sabía que no entraría sólo ahí...!)

Elchiado dijo...

Señor-Niño, hagamos todos los equilibrios necesarios para tratar de alcanzar nuestros sueños durante este año.

No siempre podremos utilizar el trapecio, está claro, pero sí mantener encendida la ilusión del payaso. Y en el fondo, sabemos que el público es lo de menos, aunque a veces duela dentro escuchar las risas, después de una caída.

Que en sus letras no se agote esa bendita inocencia de seguir persiguiendo imposibles, eso sobre todo le deseo para el 2012.

Un posible abrazo.

Javi

Elchiado dijo...

Debe saberlo: este sigue siendo uno de los lugares preferidos de mi alma.
Gracias, gracias. Un abrazo