martes, 29 de enero de 2008

¿Certeza o Esperanza?

No funcionó. De la misma manera que tampoco lo hizo ayer, ni antes de ayer, ni la semana pasada, ni hace dos meses... Sin embargo mañana..., sonrió, mañana funcionará.

Niñocactus

lunes, 28 de enero de 2008

Tiempo II

No funcionó. A pesar de poner todos los relojes en hora, de calibrar las sombras, de escribir las instrucciones con letra legible..., de nuevo, el tiempo, se atrasó diez minutos entre las cuatro y las cinco de la tarde. Será que se está haciendo mayor.

Niñocactus

Tiempo I

No funcionó. A pesar de quitar las pilas a todos los relojes, de apagar la luces, de minimizar las sombras e, incluso, de contener la respiración, el tiempo siguió su curso. Y aquel, que había sido el día más feliz de su vida, terminó.
Niñocactus

jueves, 17 de enero de 2008

Amores que matan

Tal vez sea mejor que se quede en casa. No es por el dinero, porque él puede pagar la residencia sin problema. Vamos, con lo que tiene, compraría una para él solo. Y, sí, ya sé que allí estaría mejor cuidado, que le darían una alimentación más adecuada, controlarían sus medicinas y podría vivir así unos cuantos años más. Pero, qué sé yo, es mi padre... Y, no es por el dinero, no, pero tampoco querríamos que se alargase su sufrimiento...
Niñocactus

lunes, 14 de enero de 2008

Cuento de Rebajas

El niño mira la gente que camina con prisa, los coches, los adornos de navidad que ya no están iluminados, sus zapatos nuevos... La madre mira el escaparate y olvida que tiene a su hijo agarrado de la mano, hace rápidos cálculos sobre los precios marcados y no recuerda lo que odiaba las matemáticas. Un angelote de sesenta y tres lamparillas mira al niño y éste le sostiene la mirada. Una de sus bombillas, exactamente la del ojo izquierdo, quiere hacerle un guiño. Busca por el entramado de cables restos de electricidad para concentrarla al menos un segundo. Finalmente la roba de un transformador cercano. El golpe de energía pone incandescente el filamento de tungsteno hasta que lo funde. El niño abre los ojos sorprendido, ha visto el gesto del ángel y aprieta la mano de su madre quien, mecánicamente, pone la otra encima de su cabeza sin hacerle más caso.
Niñocactus

miércoles, 9 de enero de 2008

Cosas de Niños

"Ni idea", responde el hombre mirando sonriente el trozo de plástico sobre el césped mojado.
"Mira, ahí hay otro". La mujer intenta mostrar su sorpresa pero su cara tampoco puede dejar de sonreír. "Juraría que son verduras", le dice.
El hombre trata de golpearse la frente, como si hubiese caído en la cuenta de algo, sin embargo su brazo asciende recto pasando por encima de la cabeza. "Cariño, acabo de recordar que venían empaquetadas con nosotros en la misma caja", le susurra antes de que el niño los recoja junto a las demás piezas.

Niñocactus

domingo, 6 de enero de 2008

Cumpleaños Feliz

Ya se han apagado las luces y comienza la canción. Es el momento de apagar las velas. Los deseos se agolpan en su mente, todos quieren ser el elegido. Empiezan a empujarse, a hacer señas, a subirse unos encima de otros, los que pueden hasta gritan... El niño los va descartando, tiene muy claro el que quiere. Es un deseo tímido, chiquito, uno que no hace apenas ruido y que alguna vez apareció en sus sueños. Casi al final lo encuentra, lo elige y, en un soplo, comienza a hacerlo realidad.

Niñocactus

martes, 1 de enero de 2008

Hombre para el lobo

El lobo alzó la cabeza y miró al cielo. Una luna completa comenzaba a asomar por el horizonte. Como cada veintiocho días, poseído por una maldición milenaria, el cuerpo del lobo comenzó a transformarse, paulatinamente, en el de un ser humano.

El resto de los componentes de la manada huyeron, horrorizados, del depredador.

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