viernes, 31 de agosto de 2007

A desdías

Margarita Chicaiza era capaz de cambiar el orden de los días. Podía adelantar un viernes o atrasar un martes. Sólo había una condición: antes o después tenía que vivirlos uno a uno.
En un principio esto era fácil y divertido pero con el tiempo dejó de controlar su habilidad. Los días se descolocaban sin que ella supiese cuál estaba viviendo. De este modo perdía cosas que pasaba horas buscando para encontrarlas después donde las dejó el día siguiente a antes de pasado mañana.
Ordenaba sus ideas hablando en futuro pretérito y, como nadie la entendía, la consideraban loca.
Llegó a tal punto la confusión temporal de Margarita que ni la muerte encontró el momento de visitarla. Así, lustro tras lustro, se fue arrugando hasta convertirse en pasa.

Niñocactus

martes, 7 de agosto de 2007

Soñar...

Soñó que no caía, que cada salto tardaba varios minutos en finalizar, que podía salir de casa por el balcón, que superman dejaba de ser un personaje de ficción.

Soñó con un mundo sin grises, las canas de su abuelo verdes, las nubes que amenazan lluvia, blancas de algodón y el cemento, color amarillo limón.

Soñó a los tristes sonriendo, a los bancos sin banqueros, a los ciegos con visión y a los reyes, sin carbón.

Todo esto soñó y mucho más, sólo que lo soñó despierto, con los ojos abiertos, cambiando el mundo con su imaginación.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Dolor de garganta

Decía tener una espina clavada en la garganta. Lo extraño era que llevaba días sin comer pescado. En la exploración el médico encontró una palabra afilada desgarrando la mucosa.

Niñocactus