martes, 24 de agosto de 2010

Alumbrar

Camina en círculo, con los pies descalzos, sintiendo el suelo. Me observa. Estudia el punto exacto donde dar el primer golpe. Los ojos fijos. Nada le distrae. Ahora soy yo quien le aparta de su vida... No. Ahora yo soy su vida.

Un bloque de mármol convertido en aire y respiración. Eso es lo que busca: mi aliento. Vaciar la piedra hasta mis labios y darme el alma. Recuperar la suya.

Para un segundo. Vacila. Lleva el cincel en la mano. Lo más complejo es el primer golpe... Y el último. Saber dónde acaba. El lugar preciso en el que la escultura se muestra desnuda, sin más capas.

Lo del medio es sólo un dolor necesario.


NiñoCactus

miércoles, 18 de agosto de 2010

Estados



Ni durmiendo consigo dejar de soñar contigo.

Ning1
Ilustración por Bakar

domingo, 8 de agosto de 2010

Ceremonias

Avanzan con paso firme hacia la puerta, unidos por la mano. Él, cariñoso, le regala un ligero apretón con su dedo índice. Ella, cómplice, le corresponde acariciándole suavemente la piel con su pulgar.

Al llegar al umbral, se detienen un instante. Han decidido que la ceremonia se desarrolle sin familiares ni amigos. Sólo ellos en un acto íntimo de elección personal.

Se giran el uno hacia el otro y se miran a los ojos. Se sonríen, seguros de su amor, y entran sin soltarse las manos en el moderno templo, seguros de que ese sentimiento bastará para salvar la prueba que a la están a punto de someterse.

Avanzan hacia la recepción sabiendose parte de un rito casi ancestral. Participado, muchas veces antes, por millones de parejas.

Al llegar a la tarima es ella la que coje la iniciativa y alarga la mano hacia el mostrador.

Algo brilla en sus ojos, un reflejo nuevo que provoca que él dude por un instante. Sin embargo se repone rápidamente y entran, siempre juntos, siempre de la mano, en IKEA.
Ning1