Mientras recojo mi destino del frío suelo de la cocina, pienso en lo cerca que estuve de conseguirlo. Tan sólo quedaba mes y medio, y se estropeó de golpe, como siempre. ¡Jo!, era el último esfuerzo. Y lo tenía casi todo decidido. Hasta había escrito un borrador... Pero la pelota tuvo que rebotar en el pasillo, entrar en la cocina, tirar el guiso de la abuela que estaba en el fuego, romper el microondas y destrozar las macetas de la ventana. Qué le voy a hacer. Un año más en el que sólo me traerán carbón.
NiñoCactus
3 comentarios:
mientras sea dulce, al menos tendrás carbón
:)
:) Si fuera la madre y escuchase ese comentario, seguro que me sería muy difícil no escurrir por mi comisura una leve sonrisa. Algunas veces es tan difícil ser madre responsable y no aliarte al travieso, que ¿por qué será? es igual que yo cuando era pequeña.
*jeje* No pierda la esperanza: La intención es lo que cuenta... Y los Reyes, que son Magos, lo saben ;-)
¡Buen fin de semana!! :-)
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