martes, 12 de junio de 2007

Atracos

Desde muy pequeño había querido ser ladrón de bancos. Sin embargo no fue hasta el 18 de Noviembre de 1984, cuando contaba con 27 años, cuando comenzó a planificar su gran golpe. Estudió cada rincón de su objetivo, planteó soluciones para todos los problemas que pudieran surgirle, calculó todas las posibilidades. Se pasó años preparando el que sería su primer atraco y obra maestra. Seis meses antes de la fecha elegida comenzó un profundo entrenamiento físico para estar en perfectas condiciones la noche elegida.

El día marcado para el asalto fue el 18 de Junio de 1987. Tan concienzuda fue su preparación que un mes antes de la fecha establecida ya estaba todo listo. Sin embargo, fatalidades del destino, el 12 de Junio su plan se hundió sin remedio. Ese día conoció a Oskar Valdés, orador incomparable, hombre de enorme magnetismo y líder de una comuna hippie. Este encuentro hubo de cambiar su visión del mundo para siempre. A partir de entonces perdió por completo y hasta el día de su muerte el interés por cualquier tipo de bien material.

En los seis días de la cuenta atrás hacia lo que debía de haber sido su momento de gloria no dejó de mortificarse pensado en todos los esfuerzos realizados en vano. Sabía que no robar aquel banco suponía tirar a la basura casi tres años de su vida. Sin embargo era perfectamente consciente de que sería completamente incapaz de volver a tocar con sus manos nada que tuviera relación con el dinero. Afortunadamente un día antes de su momento de gloria, encontró la solución.

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El 19 de Junio de 1987 los trabajadores del Premier Bank atravesaron como cada mañana las puertas de su oficina y empezaron a trabajar. Sin embargo, como si de una broma se tratara, comprobaron que ninguno de ellos tenía ni un solo bolígrafo sobre sus mesas. Alguien los había sustraido todos. El misterio se prolongó hasta bien entrada la mañana cuando Faustino González, director del banco, tuvo que atender una importante petición de capital. Fue al abrir la caja fuerte cuando descubrió el paradero de los objetos sustraídos. Descansaban encima de los fajos de billetes. A un lado de ellos reposaba un colgante con el símbolo de la paz, en el otro una hojita de marihuana.

La policía llegó media hora después, se pasaron toda la mañana investigando pero no encontraron ni una sola pista acerca de quién había entrado en el banco la noche anterior. El intruso no había dejado la más mínima huella. Lo más misterioso del caso es que en la caja de caudales no faltaba ni un solo billete.

11 comentarios:

Ning1 dijo...

Perdón por el retraso en publicar! Han pasado casi dos semanas desde el último, pero he estado mu liado, sorrys!

Y lanzo una prgunta, ¿Estaría mejor el cuento si acabara en:

"El 19 de Junio de 1992 los trabajadores del Premier Bank atravesaron como cada mañana las puertas de su oficina y empezaron a trabajar. Sin embargo, como si de una broma se tratara comprobaron que ninguno de ellos tenía ni un solo bolígrafo sobre en sus mesas. Alguien los había sustraido todos."

si poner el resto? ¿que os parece?

Anónimo dijo...

Me ha gustado el cuento. Tiene intriga hasta el final. Pero estoy de acuerdo en la sugerencia de acortarle. Sólo que a mi me gusta así:
"El 19 de Junio de 1987 los trabajadores del Premier Bank atravesaron como cada mañana las puertas de su oficina y empezaron a trabajar. Sin embargo, como si de una broma se tratara comprobaron que no había ni un solo bolígrafo en toda la oficina. Sin embargo, encima de cada mesa había una hojita de marihuana y en la director un gran símbolo de la paz"

elena dijo...

ten cuidado ning1 que ning0 te va a quitar el puesto. a mí me gusta mucho más su final y no es por desmerecer al autor oficial, que el cuento tal y como estaba me parecía redondo. es lo que digo yo, cría cuervos...

Ning1 dijo...

Pues la verdad es que a mi también me gusta... ¿Alguien más tiene alguna sugerencia?

Anónimo dijo...

A mí me gusta así, tal y como está, aunque la opción de ning0 tampoco está mal. Pero me gusta más con los bolígrafos dentro de la caja fuerte ;)

Anónimo dijo...

A ver, a ver, el mejor sin duda es el inicial, está claro aunque yo ya había oído esta historia (que no juanito que no que esta no la había oído nunca), ning0 para cuando un cuento entero tuyo aquí como firma invitada!! Juan eres unc crack, me voy a apropiar todos tus cuentos para contarlos!"!besacos

Anónimo dijo...

Perdón, no había dicho por qué es mejor el inicial: en el primero, el protagonista entra dentro de la camara con el dinero, y lo deja ahí con los bolis, es la ironía, si no aparece la camara con el dinero el cuento pierde la gracia!!! besos

NiñoCactus dijo...

A mí me gusta un montón con el final completo. Yo habría escrito frases de amor en los billetes pero me habrían pillado... De nuevo como si estuviese en Granada. Gracias
Niñocactus

Anónimo dijo...

Muy chulo, ning1, plantea usted una historia coherente, que engancha y la resuelve estupendamente!

Y me gusta más su final -quiero decir el original- que los alternativos.

Un saludo

Ning1 dijo...

Bueno, pues vistas las opiniones... dejaremos el cuento como está. Gracias a todos!!

Anónimo dijo...

A mí me gusta el original, si se me permite.Si quiere resarcirse del tiempo invertido en planificarlo todo, implica una visita obligada a las cámaras del dinero. Los bolígrafos simplemente, aún con sustitución de maría,no se ceñirían al plan....serían un sucedáneo del original y menos arriesgado.Lo importante es conseguir llegar al dinero y demostrar que el plan es perfecto.Con este final consigue 10puntos para la autoestima,deja tarjeta de presentación como buen profesional y hace apología del amor libre sin perder la identidad. chapó para la primera opción :)
...porque lo que quería robar era el dinero,no los bolis ¿no? heheh
hetep hena merut- paz y amor