Se había quedado viuda demasiado joven y, con siete pequeños
a su cargo, todo se hacía cuesta arriba. Llevaba varios meses sin fuerzas para
salir de la cama. Ya no soportaba aquel griterío, los llantos, las peleas... «¡Ojalá viniera el lobo y os comiese
a todos!».
Poco a poco se obsesionó con aquella idea. Ni siquiera fue
consciente de la metamorfosis: la rabia, el acecho, el hambre... Hasta que,
finalmente, se convirtió en su anhelado depredador. Cuando volvió en sí y vio
lo que había hecho, llenó su barriga de pastillas, y se ahogó en una botella de
alcohol.
NiñoCactus
6 comentarios:
Buenas! no se si lo querían mantener en secreto hasta tener toda la publicación, glup!. Dicho esto me encanta poder haber colaborado de nuevo contigo, aunque sea para un micro-dibujo tan doloroso.
Un abrazo enorme!!!
Espeluznante! Me parece buenísimo, y el dibujo de Juanlu, genial.
Jo, NiñoC, no sé qué es más sobrecogedor si el dibujo o el texto. Tremendas las dos cosas, tremendas a la par que buenísimas.
Dos abrazos.
Terrible, inquietante.
¿Qué fue primero el dibujo o el relato?
Saltos y brincos
Pues sí, la idea era que fuera sorpresa, al final, creo que la mejor sorpresa fue ver el documento completo.
Por mi parte, solo resta agradecer a todos por tan buen trabajo en este proyecto
el de los siete cabritillos era el cuento que siempre le pedía a mi abuela que me contara :)
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