Martín
tiene ojos de estrella porque se pasa las noches mirando al cielo.
En
el pueblo, todos hablan de él.
–¿Cuándo
sentará la cabeza este muchacho? –se preguntan. Pero al cruzarse con Martín,
nadie es capaz de decírselo. Se quedan mudos, perdidos en su mirada, llena de instantáneas
luminosas. Y cada cual encuentra una imagen especial para sí.
En
los ojos del joven, la maestra se ve montada en una motocicleta, recorriendo a
toda velocidad carreteras llenas de curvas entre montañas escarpadas. El
panadero demuele edificios inútiles y los convierte en jardines llenos de
naranjos y margaritas indecisas. La mujer del lechero toca las campanas de la
iglesia, componiendo sinfonías con su repique melodioso. Y el posadero se
descubre como avezado constructor de ascensores para subir a las nubes.
Martín
es hacedor de sueños y no quiere guardárselos para él.
Por
eso, en el pueblo, la maestra vuela con su bicicleta camino de la escuela; el
panadero añade un poco de agua de azahar a la masa de los molletes; la mujer
del lechero hace tintinear las botellas durante los repartos; y el posadero
pone doble de espuma al servir la cerveza.
Allí,
todos los vecinos poseen un pedacito de estrella, aunque la mayoría ni se lo
imagina.
NiñoCactus
Gracias a Clara Varela por permitirme participar en su proyecto,
10 comentarios:
Qué poético relato para una hermosa ilustración.
Genial el relato. Preciosa la ilustración.
La ilustración de Clara es preciosa, como todas las que hace ella, y tu cuento es de los que apetece releer porque dejan buen sabor de boca.
Qué maravilla, NiñoCactus. Está lleno de imagenes preciosas tu micro. Que necesidad de Martines hay ahora mismo. Creo que se nos está oxidando la maquinaria de soñar, de tan constantes que nos mantine la situación, los pies en el suelo. Por eso, ha sido un placer leerte.
Abrazos.
Qué bonito, me gustó más la segunda lectura.
En muchas ocasiones leemos tan rápido que no percibimos ni a mitad de las cosas bonitas que esconde la vida.
Todos somos soñadores, solo que unos pisan más firme mientras que otros sueñan nuestros sueños.
Saludos
Martín es diferente porque es generoso, cualidad que desconocen los demás y que tienes tu al compartir con todos tus relatos, este es muy bello, permite soñar con los ojos vueltos al cielo con la confianza de que al bajarlos podremos descansarlos en la paz de la ilustración.
Saltos y brincos Ester
Es precioso!!!! Creo que un día me crucé con Martín y soñé que era jardinera :-)
saludillos
Bonita ensoñación en forma de microrelato. Acompañada de la música resulta todo un regalo.
Gracias por el mismo.
Una perta.
Una precios ilustración para un relato lleno de poesía y buenas vibraciones.
Besitos
ojalá conociese a un Martín :)
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