domingo, 11 de julio de 2010

Ver o no ver...

Pedro, el oculista, ha salido corriendo sin dar ninguna explicación. Como cada martes, la sala de espera está abarrotada de ancianos, pendientes de cirugía de cataratas, que observan cómo la figura blanca del doctor atraviesa la estancia a toda prisa.

-Perdonen –pregunta el paciente que acababa de entrar, asomándose por la puerta de la consulta-. ¿Saben si tardará mucho en volver?

-No se preocupe, joven –le responde una viejecilla-. Habrá tenido alguna urgencia.

Y, dando las gracias, el cíclope vuelve a entrar en la habitación.


NiñoCactus

2 comentarios:

Patricia dijo...

como terminas cada cuento!!me emociona imaginar como nacen o a que parte de tu mundo pertenecen..

NiñoCactus dijo...

No todos, pero mucho de los cuentos nacen de mis estados de ánimo, de algo que se cruza en mi camino durante el día, de una conversación... Un pequeño puzle de relatos