lunes, 19 de mayo de 2008

Sueños II

-Entonces, ¿cómo podemos saber que no es un sueño? -dice Ana.
Pero la respuesta siempre queda incompleta por el timbre del reloj. Hasta que un día decide no poner la alarma y justo, en el mismo instante de siempre, se despierta.

Niñocactus

1 comentario:

Jill dijo...

Pobre Andrés, quizá debería contarse los dedos de la mano con el pulgar... Cuando sueñas siempre pasas de cuatro a un millón.

Hay sueños que duelen al despertar. Morpheo es mala persona. >_<