Una vez que hubo recobrado el conocimiento, el médico se acercó a su cama y le dijo que el trasplante de corazón había sido un éxito. Pero él, aturdido aún por la anestesia y por un lenguaje lleno de sístoles y diástoles, desconfiaba. Él no quería saber si bombeaba bien o mal sangre, no le importaba mucho si el número de pulsaciones era el adecuado… Él necesitaba otra cosa y por eso, temblando, pidió que su esposa entrara en la habitación.
La espera se le hizo eterna. La marcha de la enfermera pareció trascurrir a cámara lenta, el lapso de tiempo hasta que el chirrido de la puerta anunció que su mujer estaba entrando fueron horas.
Sin embargo, al verla y sentir aquella sensación tan agradable y familiar, todos sus sufrimientos se vieron recompensados y, por fin, pudo respirar tranquilo.
Su nuevo corazón amaba igual que el viejo.
ning1
6 comentarios:
Me acabas de matar de amor.
Puf! ¿Y ahora que escribo yo para resucitarte? ;)
PD Buena semana santa a todos... ¡me voy de vacaciones!
Jo!
Cuantas ganas de re-engancharme a mi rutina blogera Pero es que con tanto trabajo, llevo unos meses de infarto.
Aún así un placer pasar por aquí, y poder visitarte, leerte y saludarte.
En un par de meses se acabará el estrés y podré volver a pasearme por mis blogs amigos favoritos.
Un abrazo y cuídate.
Alberto.
¡hermoso de verdad! me acabas de animar el día.
saludos desde méxico.
Qué bueno, es muy bonita ning1. Este lo cuento también.
besacos
Hola Alberto, la verdad es que ya empezaba yo a preguntarme que habría pasado con el avatar cachas de la piscina :D Encantado de tenerte de nuevo y mucho ánimo con ese estress.
Muchas gracias por el comentario anónimo. Siendo algo tan cotidiano, a veces no valoramos esto de internet, pero que maravilloso es que le lea a uno alguién que vive tan lejos y además le guste. Gracias.
Rojillo!! Tienes que avisarme de tu próxima contada, que hace ya mucho que no te oigo ¿vale? Y no te agobies, que caerá la invitación a comer pronto :p
Saludetes a todos
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