Sólo quedaban nueve estrellas en el cielo.
Al resto las había ido devorando el tiempo. Una a una, como si alguien comiera una sopa de letras con un colador. Ahora solamente quedaba la noche, más oscura que nunca, y nueve pequeñas estrellas, solas en el fondo de un plato negro.
No había una estrella polar señalando el norte, ni constelaciones con forma de animales reales o mitológicos. Los astrólogos, habiendo perdido el zodíaco, habían aprendido a leer los posos del café.
Sólo restaban nueve estrellas en el cielo y cada vez alumbraban menos, aunque nadie sabía si era porque tenían miedo, o porque echaban de menos a sus compañeras.
(continuará)
6 comentarios:
Escribes muy bien. Tus cuentos, o microrelatos, son geniales, desde que lo descubrí los leo todos los días, le dedico un tiempo al pensamiento. En cuanto a lo que me dices de la esperanza, tienes ra´zón, no suelo perderla nunca, pero no porque sea mía, si no por la sencilla razón de que es inherente al ser humano. Yo creo que está en el ambiente.
Saludos
Hola Rayuela,
En realidad somos dos quién escribimos, Niñocactus y Ning1. Lo que pasa es que yo (Ning1), llevo una temporada muuuuy liado y el blog ya casi se había olvidado de mi. Menos mal que mi compi de cuentos y teatros ha estado escribiendo como loco ;)
Abrazos de nuevo, espero que os guste este relatillo que empieza hoy.
Ning1
...pero si desaparecen las estrellas, nos quedamos sin esos momentos mágicos en los que dicen que su energía pasa a través de nosotros y nos permite destruír viejos universos y crear nuevas ilusiones y hacer milagros...y lo que es peor, no podremos robarle un deseo (perdón, una voluntad) a la primera que se atreva a salir cuando anochece...(ay, no tardes en continuar, no nos podemos quedar sin magia!!!)
Besiños "fugaces"
Yo cuando siento una necesidad de emoción, salgo de noche para pintar las estrellas...
Un abrazo.
La verdad es que nunca nos hemos presentado y en el perfil no tenemos nada puesto... Somos medio desastre... La cosa está en que a mí me encanta que me confundan con Ning1 aunque no es fácil y eso ya se me han pegado mogollón de cosas suyas, entre otras el "mogollón". En fin Rayuela que cuando quieras nos tomamos un café por Salamanca (porque estás en mi tierra charra, ¿no?).
Anonimiña que alegría beber tus besiños por aquí. A mí también me tiene intrigado el cuentecillo. Si me entero de algo te llamo. Nos vemos en una semana.
Alberto "itoitz", un placer teneros por aquí de nuevo.
Abrazos fluorescentes
Hola Albertos,
La verdad, es que parece que jugáramos al despiste. Al principio yo escribía con Ning1 y mi compi con Niñocactus, pero ahora él usa cuentonuevo y claro, os tenemos montado un lío en la cabeza tremendo.
Me gusta la idea de pintar estrellas... Todo puede ser que hasta cambie el final, jejeje.
Saludetes de un Martes metido a superhéroe.
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