Los dos pensaban igual pero con diferentes palabras, diferentes matices, diferentes ojos. Hasta tal punto eran distintas sus maneras de expresarse que sentían, en lo más hondo, que nunca estaban de acuerdo. Discutían acaloradamente con idénticos argumentos, para ellos tan dispares. Y, finalmente, se retractaban en un abrazo; de modo que, sin darse cuenta, se daban la razón a sí mismos.
Niñocactus
Ilustración de Bakar
2 comentarios:
Te voy a llenar tus cuentos de mensajes, para que no sea Juan el único que tenga millones de comentarios.
QUE MI NIÑO ES EL MEJOR. Que amor de madre que te tengo.
este cuento me trae demasiado... demasiado, demasiado, demasido, demasiado, demasiado, demasiado...
creo que si, que este cuento me trae demasiado...
pero bonito
Publicar un comentario