La princesa vio al sapo y supo que detrás de la piel escamosa y los ojos saltones, se escondía su príncipe azul. Corrió hacia él tan rápido como se lo permitieron sus molestas enaguas y la falda de largo vuelo azul.
Al llegar lo recogió del suelo y cerró los ojos mientras acercaba sus rostros. Intentaba esquivar así, el asco que le suponía juntar sus aterciopelados labios con las verrugas del animal.
Lamentablemente, con tantos escrúpulos, su gesto fue demasiado lento y el batracio besó primero. Ahora croan los dos.Ning1
6 comentarios:
Hola desde Guadarrama:
No había entrado todavía en vuestros cuentos nuevos. El sapo adelantadillo me ha hecho reír. La luna escayolada me ha encantado, y el niño cactus provoca verdadera ternura.
No veo por ninguna parte el borrón. Lo mismo lo encuentro en Granada el domingo.
Pinareja
¡¡Te encontré!! Que pilla, te me has ido a esconder en el último cuentecito... pero lo conseguí. Siento que las nieves nos separen el Domingo... pero otra vez será. Prometo cuidar la Alhambra para que siga por aquí cuando podais volver.
habeis hecho que la tarde fuera hoy especial con vuestros cuentos, mucho ánimo y os seguiré leyendo
muy chulos sí señor, ya os he puesto como enlace en mi blog..espero que os lleguen muchas mas visitas y que todas disfruten tanto como yo. Seguiré leyendo y comentando..
Hola soy texcocana y he comenzado a leer tu blog.
Dormiré con tus cuentos, que me han gustado
Buenas noches.
Que chulo que haya comentarios nuevos en el primer cuentecito del blog...
Me paso, ahora mismo, por el tuyo, ¡bienvenida!
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