Del tortazo, se me cayeron las galletas.
—¡Al menos no te vio el abuelo! Menuda decepción enterarse de que su nieto es incapaz de ayunar el Viernes Santo.
Poco más tarde, mi abuelo entró a hurtadillas en la habitación con dos magdalenas.
—Pero que no se entere ella...
NiñoCactus
3 comentarios:
Muy tierno, el abuelo...
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Entrañable. (soy abuela) Abrazos
No puedo con tanta ternura... Precioso!!!
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