—Papá, ¿tú no tienes frío?
El viento se cuela por la ventana que no ajusta, y en la
chimenea solo arde un pequeño tronco.
—¡Ve a por el gorro y los guantes! —propone el padre—.
¡Vamos a fabricar nieve!
—¿Nieve? ¿Dentro de casa?
—¡Claro! Aprovecharemos el aire helado.
El niño abre los ojos como platos y corre escaleras arriba.
Cuando vuelve, hay un barreño lleno de espuma en mitad de la sala.
—¡Eso es jabón! —protesta el muchacho.
—No —responde su padre—, el frío es eso: frío. Pero esto,
esto será lo que nosotros queramos.
NiñoCactus
No hay comentarios:
Publicar un comentario