La bala, en la sien, nunca llegó, pero el tío Ramiro sintió su cerebro romperse en mil pedazos. Desde entonces, creyéndose muerto, camina por la casa como un fantasma. Le gusta hacer chirriar las puertas por la noche, o dar alaridos, desde que las engrasó mi padre. Es imposible razonar con él, no quiere hablar. Al final tuve que convencer a mi amiga Rebeca, la que estudió arte dramático, para venir los domingos a hacer de médium.
NiñoCactus
NiñoCactus
9 comentarios:
Jajaja muy bueno NiñoCactus, espero que la medium no le cobrara ;)
Jajaja,,, me recordó a Almodovar pero mejorado. Genial el ritmo de lectura.
Realmente bueno, me ha gustado mucho esa imagen del abuelo creyéndose muerto, y el puntazo de la medium de 10. Enhorabuena. Me ha encantado. Abrazos.
me has hecho empezar el día con una gran sonrisa...!!!
abrazos y besos del otro lado del charco :)
Me parece un escrito genial. ¿La imaginación viene de familia (por parte de tio)?
Enhorabuena
Sabes? pienso que ha estado merecido el ganador de esta semana; su final me ha hecho pensar.
Un saludo y a seguir participando, eh!
(que tu Relatos también me gustan!)
Perdida????... han mirado bien???... a ver si al final va a resultar que todos han estudiado arte dramático y el pobre tío Ramiro es el único en sus cabales...
Abrazo encontrado
La bala ha ido certera a mi cara y en ella ha dibujado una gran sonrisa. Gracias por ello niño cactus.Desde "El mar de incertidumbres" de Tordesillas.
:)
genial
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