Recuerda a papá que baje la tapa, encárgate de que tu hermana deje la trampilla suelta y vigila que el abuelo apriete los muelles con fuerza.
Estoy segura de que di todas las instrucciones y sin embargo la caja no se abre, el agua ya me llega por la barbilla y yo empiezo a preguntarme si mi marido, el Mago Fredy, habrá encontrado el bigote falso del hombre bala entre nuestras sábanas.
Ning1
6 comentarios:
Muy bien, ¿por qué habremos dado otra vez con la tapa? pero has salido airoso de la propuesta. Me gusta mucho
Muy bueno, jejeje, ese final me ha pillado totalmente desprevenida. Un abrazo destapado
jajajaja...muy bueno, espero que Fredy no entontrara el bigote.
oh oh....
Nunca la venganza se sirvio tan fria
Bien llevada la tensión del texto, me gusta.
Un abrazo.
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