A mí me empiezan a entrar dudas cada vez que tú revelas una convicción inamovible. Luego, si manifiesto mi certeza, tú vacilas desmoronando cada argumento. Así transcurre nuestra vida: cuando me muestro triste, te invade una algazara que rompe mi silencio; y en los momentos en que te encuentras exhausta, yo siento un rebrote de energía. Si me acerco, te alejas; si estoy saciado, tú tienes hambre; sí..., no... ¿No sé cómo podemos estar juntos?, te pregunto. ¿No sé cómo podríamos estar separados?, me respondes.
NiñoCactus
8 comentarios:
Muy bueno este ejercicio de dualidad de la pareja, de los polos opuestos que se atraen, y cuando ya casi nos habías convencido de que no merecía la pena esa relación, con la frase final, queda patente lo equivocados que estábamos. Buen micro. Un abrazo.
Genial!
Y cuántas parejas se ven así, verdad?
Yin y yan en estado puro.
Un saludo.
Tu Relato me ha recordado una canción de Abigail; "Hilar tan fino"
(te gustará)
Un saludo, NiñoCactus.
En tan poco tanto, para mi es sorprendente tanto dominio de los palabros, como dice Maite, "ya creíamos que no valía la pena esa relación" y zás, hay más vida...
Magnífico giro (me temo que más real de lo que quisiéramos muchos) Otro abrazo
por qué diario dan en el punto exacto?
lo único que no cambia , es que todo siempre cambia niñocactus
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