martes, 2 de septiembre de 2008

Una rosa

Ella está sentada en una terraza junto a la estación de Sants. Anda ordenando palabras en unos cuantos folios. En la mesa se enfría el café, pero ella tiene la cabeza en otros asuntos. No espera a nadie y, sin embargo, un chico se acerca a la mesa y le deja una rosa. Le sonríe, Que tenga un buen día. Y no dice nada más, sólo se marcha.
La joven se pregunta la razón de aquel obsequio pero no la encuentra. El chico tampoco la tiene. Nunca antes había regalado flores, pero aquella mañana sintió el impulso de comprar una rosa. De qué color, le pregunta, Roja. Luego se da cuenta de que no tiene a nadie a quien dársela.
Aunque fue la chica la sorprendida es él el que no puede dejar de pensar en ella. La habrá tirado, lo mismo no le gustan las flores..., pero..., a quién no le gustan las rosas. Esa noche sueña con ella, la ve sonreír. Él también sonríe. Al día siguiente se levanta, sale a la calle y entra en una tienda. Qué desea, le pregunta el dependiente, Una rosa.

Niñocactus

12 comentarios:

NiñoCactus dijo...

Dedicado a la chica que el 27 de agosto recibió, de forma inesperada, una rosa mientras tomaba café junto a la estación de Sants. Aunque puede que nunca lea este "cuentecillo".
Niñocactus

Milana dijo...

y puede que ella también soñara contigo... y sonriera...

Milana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jacinto Deleble Garea dijo...

Como dijera Machado:

"Toda rosa es fantasía;
Ella inventa el año, el día,
La hora y su melodía;
Inventa el amante y, más.
La amada. No prueba nada
contra la rosa, que la amada
no haya existido jamás."

Las cursivas, claro, son mi comentario.

Muy buen cuento.



Hasta la próxima.

Jor dijo...

Mi deseo: haber sido esa muchacha...
Pero no, no lo soy... y nadie me regala rosas ni sonrisas... palabras tampoco... y estoy tan vacía...
Beso triste que no lo contagie
J.

NiñoCactus dijo...

Milana: ¿Sería entonces que sonrió dos veces? Pues tendrá que seguir comprando rosas, margaritas, tulipanes, girasoles, giralunas... Besos de chanfaina

Deleble: Preciosa la poesía, el comentario, tus blogs... Un placer.

Vértigo: no se preocupe que ya estaba yo triste de antes... Y le regalo mil sonrisas (ya veré la forma de hacérselas llegar)... Besos alegres que se contagien.

Anónimo dijo...

... y la tristeza salió en forma de rosa para terminar convertida en una sonrisa... y luego otra rosa y otra sonrisa y otra rosa y otra sonrisa más..., espero que una de ellas sea la tuya.

besos y rosas para tí

Milana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Milana dijo...

no sonrió dos veces, sonreirá cada vez que te recuerde... ningún instante es perdido en una memoria que sonríe...

belula dijo...

Qué bonitoooo!!!!....niñocactus....me ha encantado. El mundo y la gente es imprevisible....¡me encantan las sorpresas!

aitana carrasco dijo...

Me gustan las rosas, porque son rojas y porque pinchan. Como tú.
Besos de laberinto.

Cecilia Varela dijo...

Me pregunto que sentirá la rosa.
Como los anhelos, como las esperas, como las sorpresas, nunca saben hasta donde llegan.

tome: una rosa