Antonia nació sin llanto una mañana cuajada de rocío. Sus padres, preocupados, consultaron a diferentes doctores: Cómo iban a saber que le pasaba algo a su bebé si no podía llorar. Pese a las palabras tranquilizadoras dadas por unos y otros, decidieron acudir a un curandero, el cual entregó cinco lágrimas a la pequeña.
Antonia creció sabiendo que sólo poseía cinco gotas de agua salada en sus ojos. Le parecían tan importantes que no debía malgastarlas. Así pues decidió reservarlas para momentos realmente necesarios, y encaró la vida con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuando llegó al final de sus días aún no había derramado ninguna lágrima. Su última voluntad fue ir al mar. Una vez allí cerró los ojos para devolverle su valioso préstamo, el mismo que le había hecho vivir con tanta alegría.
Antonia creció sabiendo que sólo poseía cinco gotas de agua salada en sus ojos. Le parecían tan importantes que no debía malgastarlas. Así pues decidió reservarlas para momentos realmente necesarios, y encaró la vida con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuando llegó al final de sus días aún no había derramado ninguna lágrima. Su última voluntad fue ir al mar. Una vez allí cerró los ojos para devolverle su valioso préstamo, el mismo que le había hecho vivir con tanta alegría.
NiñoCactus
19 comentarios:
Precioso.
Felicidades! Una historia "mu salá"
Maravilloso!
Felicidades!
muy tierno
saludos beso y abrazo.
Que buen Relato!! como tu Blog; como tu felicitación navideña (GRACIAS por deajarla a modo de Comentario!) Muchos- MUCHÍSIMOS- ÉXITOS -de todo tipo- durante este 2012. Un abrazo.
Una delicia. Hay tantas cosas de las que podríamos prescindir sin perder ni un mínimo de felicidad y no somos conscientes...
Abrazos.
¡Felicidades! cinco años ¡ahí es nada!
Preciosa la historia y muy optimista y hermoso dibujo el de Aurora.
Besitos
Felicidades y mil gracias por regalarme tanta ternura con tus palabras...
Besos desde el aire
APLAUSO-GENIAL
Para cerrar los ojos y disfrutarla después de haberla leído.
Si no pasara por aquí, se me olvidaría la textura del algodón de azucar. Cinco años, deberán convertirse en muchos más. Aunque la palabra "deber" en lugares como éste, suenen tan extrañas.
Cuando se nace especial, se es así toda la vida, hasta el final de ella. Preciosa manera de mostrarlo.
Un saludo.
Cinco años y llenos de alegrías, que vengan muchas más. Gracias
Lindo, Niñocactus. Deja una sensación tierna de esperanza.
Joder... cinco años! Estás hecho un tarracactus...
Felicidades payasas.
Hola. Me gustaría contar con tu permiso para narrar este relato en mi página de audiocuentos. Me pongo en contacto contigo a través de tu correo para explicarte más detalles. Gracias.
Javier Merchante.
Muchas felicidades en su quinto cumpleaños, señor. Espero que siga usted acompañándonos muchíííííííímos más.
Besos de tarta de chocolate,
Este ha sido mi favorito. Cinco años wow. Felicidades.
Precioso todo, texto y dibujo! MUCHAS FELICIDADES, hacia tiempo que no pasaba por aquí y no tenía ni idea!
Y que siga!!
Felicidades entonces, por los cinco años y por seguir haciéndonos en cada entrada volar.
Un beso :)
Preciosa entrada... Tendríamos que aprender tantas cosas...
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