martes, 20 de abril de 2010

Sabiduría

En plena batalla, el dragón se supo perdido cuando el niño dudó de su existencia.


NiñoCactus

Hadas de hoy en día


El hada estresada se confundió, y en vez de: “Qué príncipe más encantador”, dijo: “Qué príncipe más encantado”.
Desde entonces, todos los ligues le salen rana, al pobre.

NiñoCatus

Ilustración de Bakar

martes, 13 de abril de 2010

Campo de batalla: el hombre

Llevaba tatuado un dragón en el brazo izquierdo y una espada en el derecho. La lucha siempre tenía lugar entre medias.

NiñoCactus

lunes, 12 de abril de 2010

Dulce espera

Una noche menos para verte...

...una noche más para soñarte.


NiñoCactus

miércoles, 7 de abril de 2010

Fragmentos

No te entretengas y vuelve directo a casa, dice madre.

No importa. Ya buscaré una excusa. Siempre las hay. Si no, la miro en silencio, sin parpadear, y espero. En seguida da media vuelta y sigue con sus faenas. Le incomodan mis ojos callados. Quizás le recuerdan a los de padre.

Lo veo al salir de la tienda. Es diferente a los demás. No sé muy bien por qué me fijo en ese hombre pero lo hago, y comienzo a seguirle. Me atrae su paso tranquilo, el gesto risueño. Me gusta su pelo alborotado. Quizás es esa extraña familiaridad la que me invita a acercarme.

De pronto, el viento cambia de dirección empujando el humo de su pipa hacia mi cara. Es un aroma acre con un toque de cerezas negras. Se me humedecen los ojos. Es por el aire, me digo.

Llego tarde pero no pregunta, está muy callada, demasiado. Yo tampoco tengo ganas de hablar. Dejo la bolsa en la cocina y me voy a mi cuarto. Escalo por la estantería hasta alcanzar una vieja caja de latón. Juego con ella entre mis manos y, finalmente, la abro. Allí guardo sus cosas, restos del naufragio de un barco que nunca conocí. Cojo el pañuelo..., un toque de cerezas negras... Mis ojos vuelven a humedecerse, pero esta vez no hay aire.


NiñoCactus

Sinónimos

-¡Imbécil!
-¡Estúpido!
-¡Gilipollas!
-¡Idiota!
-¡Pamemo!
-¡Eso no existe, Matías! Has perdido.
-Anda que no. Pregúntaselo a tu padre.
-Sí claro. Y que me castigue sin ver la tele una semana por decir palabrotas.
-Entonces, ¿sigues o te das por vencido?
-Sigo, sigo... ¡Imbécil!
-Ésa ya la dije. Te gané otra vez, Javi .
-No vale. Estaba despistado...
-Pues la próxima pon más atención. ¿Unas canicas?
-¡Claro!

(Dos horas más tarde, al entrar Javi en casa.)
-¡Mamaaaa!, ya llegué...
-¿Qué tal en el colegio?
-¡Bien! La profe nos ha mandado comprar un diccionario. Dice que es importantísimo aprender nuevas palabras.

NiñoCactus