sábado, 30 de agosto de 2008

Niñoviento

Niñoviento descansaba en las ramas de Viejorroble.
– Quisiera tener la fuerza del huracán y la suavidad de la brisa.
Respondió el árbol. – Sé el grito del amor que es el susurro que acaricia.

Niñocactus

viernes, 22 de agosto de 2008

Hechizos

La casualidad había establecido que aquel día se encontrara en una ciudad completamente nueva. En el centro de la mesa una enorme tarta de cumpleaños enfatizaba su soledad.

Ajeno al vacío de la habitación cumplió paso por paso con todo el ritual: Llenó los platos de aperitivos, los vasos de bebidas con gas y puso servilletas de colores vivos en el centro de la mesa. Para completar el mismo encendió, con lentitud, las treinta velas que adornaban el dulce. Una por cada vez que, desde su nacimiento, la tierra le había visto la espalda al sol.

Con ellas como única iluminación se sentó en la silla que quedaba más cerca del pastel. Cogió aire, cerró los ojos y dejó, sin acuciar a la magia, que su deseo fuera cogiendo fuerzas. Cuando alcanzó la energía suficiente dejó que el fluido escapara de su boca.

Sin abrir los ojos supo que la habitación se hallaba completamente a oscuras.

Recostado dejó que el hechizo cobrara forma, quebrando la soledad, y que, uno por uno, todos sus seres queridos fueran pasando por su memoria, dejándole su regalo. El recuerdo de todas esas sonrisas fue su tesoro aquel año.

Cuando todos hubieron pasado abrió de nuevo los ojos. Guardó la tarta intacta en el frigorífico y con una sonrisa se dirigió hacia la ventana.

Antes de acostarse quería verle la blanca espalda a la luna.

Ning1

jueves, 21 de agosto de 2008

Marga

Marga era más hermosa que todas sus hermanas. Por ese motivo estaba destinada a ser la primera en seguir los pasos de su madre. Llegado el día, Marga moriría por amor.

Siendo consciente de su destino, marcado hacía siglos con el inicio de un absurdo ritual, a Marga sólo una cosa la aliviaba en la espera del día fatal: tener perfectamente planeada su venganza póstuma.

Cuando la muerte, camuflándose bajo la forma del amor, llegara para arrancarla de la tierra, Marga hilaría su venganza bajo la forma de un número par de pétalos.

Ning1

viernes, 15 de agosto de 2008

La sombra, cual humedad, fue ganando espacio al tiempo baldosa a baldosa hasta que se topó con una hoja de plátano amarillenta que le impidió seguir avanzando.

Niñocactus

lunes, 11 de agosto de 2008

Querencia

Lo supo la noche que escuchó el oleaje, había nacido para el mar. A la mañana siguiente se embarcó hacia el inmenso azul. Ahora sonríe de noche mientras sueña, en secreto, la arena bajo sus pies.

Niñocactus

viernes, 1 de agosto de 2008

Repeticiones (variaciones sobre un tema de Niñocactus, jejeje)

Se había torcido la semana. Fue el Jueves. Se dobló 180 grados y al día siguiente, para desconcierto de calendarios y futurólogos, fue, otra vez, Miércoles.

En ese día redundante, mientras los sindicatos salían a la calle con pancartas y en el Vaticano se discutía si en estos casos había que repetir el santo o buscar uno nuevo para evitar agravios comparativos, yo trabajaba con una sonrisa en los labios. Por la noche volvería a cenar con Irene.

Ning1