-Escapista como mi padre –responde Esteban si le preguntan qué le gustaría ser de mayor.
Entonces comienzan las miradas de grandes ojos abiertos, y los interrogantes silenciados antes de tomar forma en los labios. Pobre chiquillo, murmuran. Pero a él no le importa. Hace tres meses, su padre consiguió vencer los barrotes de la prisión.
-Será nuestro secreto –susurró al guardar el pañuelo lleno de lágrimas y mocos que acompañaban a cada visita-. Todas las noches, cuando los guardias duerman, yo me escaparé para darte un beso.
No se hizo esperar. A la mañana siguiente, el niño descubrió un papel doblado sobre su almohada: “Nadie podrá separarme de ti. Te quiero. Papá.”
Escondida tras la puerta su madre llora. Gracias, repite una y otra vez, gracias. Y sus palabras las dirige a aquel a quien ya no reza para pedirle que Esteban nunca reconozca su letra en aquellas cartas.
NiñoCactus
12 comentarios:
¡Qué tierno!...Lo facil que es hacer feliz a un niño.
Precioso micro.
Saludos
hermoso.
Chapó!!!
enhorabuena por la publicación, es genial el micro.
Me encantaaaaaaa! lo cerca y lo lejos que se nos hace disfrutar la ilusión!
Felicidades, querido. Un relato precioso.
Precioso, tierno, triste, amargo, ¡qué decir!
Un texto muy bello, me ha gustado tanto que voy a poner una frase en mi espacio "Frases de los Colegas", espero que no te moleste. Va a estar perfectamente indicado de quién es y de dónde proviene.
Un abrazo.
Humberto.
¡Muy conmovedor! Además me deja un saborcito a fantasía. Excelente.
Muy muy muy...
(adjetivo que exprese ternura, fascinación, genialidad, emoción)
Pues eso, que no es fácil hallar palabras a veces.
Un abrazo
lo mataron!
:O
PRECIOSO...!!!
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