Ella sabrá lo que hace adentrándose en el bosque a esas horas intempestivas sin compañía alguna que la proteja. Sobre todo después de lo ocurrido. En el pueblo cundió el pánico, y ahora las madres no permiten a sus hijos salir solos a la calle. Pobre criatura, a punto estuvo de morir junto a su abuela. Le debió quedar un trauma horrible. Hasta dicen que la han visto aullar cuando cree que nadie la oye.
NiñoCactus
Ilustración de Sandra García
6 comentarios:
Estuvo a punto de convertirse en una nueva Mougli.
Buen intento, Niñocactus.
Un abrazo.
Este texto es como un abanico, se abre y muestra, a la vez que oculta. También arremete frescura a un nuevo estilo que me gusta. Un saludo.
Por cierto si te puedo devlover la colaboración que hicistes en mi blog con ese precioso micro, me ofrezco a ilustrar alguno de tus trabajos.
Un "Plas Plas"
Un micro abierto a la imaginación, y yo tengo mucha!!!
saludos
Rosa
Aúlla de pena, le echa de menos... Sobre todo en las noches de Luna llena.
Un beso,
¿Y por qué yo acabaría pensando en Caperucita Roja? ¿Es posible que por la mención a la abuela?
Buen finde.
roja :)
mencanta
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