–Yo la abrazaré bien fuerte y me la llevaré conmigo. –Así es como Ernesto se imagina la felicidad: como algo tangible que se puede agarrar con las dos manos y, una vez aferrada, sólo se escapa si uno la suelta.
–¿Qué pasa, Ernesto? –le preguntan los del pueblo para burlarse–. ¿Ya no dices nada? No será que la has encontrado.
Pero él no responde, hace tiempo que dejó de hacerlo. Ahora sonríe mientras mantiene siempre uno de sus puños cerrado.
14 comentarios:
Es precioso como explicas las cosas mas esenciales, las más filosóficas de una forma tan sencilla y encantadora. Me ha gustado mucho
Saludillos
Je, je, qué feliz ya el tío. Ande yo caliente...
No sé cómo lo haces, pero siempre me dejas pensativo. Muy bueno.
Un abrazo.
Ha encontrado la manera de agarrarla y los demás no lo saben.
Besitos
Preciosa elipsis... emocional. También me ha gustado mucho la música de fondo. Crea un ambiente perfecto para un texto singular.
Abrazos
Precioso final, sentí un cosquilleo en mi mano izquierda y sonreí.
buena entrada.
Una entrada muy bella, con ese estilo que te caracteriza...
Un gran abrazo y Feliz Navidad, si crees en ella.
HD
Muy bonito, querido.
Mmmmm... Juraría que está usted cerrando el puño con fuerza...
Con la felicidad pasa que perseguimos pautas ajenas en su búsqueda, hasta que comprendemos que no sirven para uno los mismos placeres que endulzan a otros.
Un saludo.
Los del pueblo saben que la encontró, seguro que lo saben. Esas cosas se notan, aunque no sepan dónde la guarda.
Todo cabe en el lugar donde queramos guardarlo realmente.
Un saludo.
Bonitas palabras, aunque esa forma de cogerla, sin hablar... creo que no tengo prisa en alcanzarla.
Besos
Así que es tangible ;-). Tus palabras siempre son consoladoras, Alb, feliz 2012
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