lunes, 19 de diciembre de 2011

La felicidad entre las manos

–Yo la abrazaré bien fuerte y me la llevaré conmigo. –Así es como Ernesto se imagina la felicidad: como algo tangible que se puede agarrar con las dos manos y, una vez aferrada, sólo se escapa si uno la suelta.

–¿Qué pasa, Ernesto? –le preguntan los del pueblo para burlarse­–. ¿Ya no dices nada? No será que la has encontrado.

Pero él no responde, hace tiempo que dejó de hacerlo. Ahora sonríe mientras mantiene siempre uno de sus puños cerrado.

14 comentarios:

Puck dijo...

Es precioso como explicas las cosas mas esenciales, las más filosóficas de una forma tan sencilla y encantadora. Me ha gustado mucho
Saludillos

Miguelángel Flores dijo...

Je, je, qué feliz ya el tío. Ande yo caliente...

Unknown dijo...

No sé cómo lo haces, pero siempre me dejas pensativo. Muy bueno.

Un abrazo.

Elysa dijo...

Ha encontrado la manera de agarrarla y los demás no lo saben.



Besitos

Susana Camps dijo...

Preciosa elipsis... emocional. También me ha gustado mucho la música de fondo. Crea un ambiente perfecto para un texto singular.
Abrazos

Rubén dijo...

Precioso final, sentí un cosquilleo en mi mano izquierda y sonreí.

Bird dijo...

buena entrada.

Humberto Dib dijo...

Una entrada muy bella, con ese estilo que te caracteriza...
Un gran abrazo y Feliz Navidad, si crees en ella.
HD

Unknown dijo...

Muy bonito, querido.
Mmmmm... Juraría que está usted cerrando el puño con fuerza...

Enmascarado dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Enmascarado dijo...

Con la felicidad pasa que perseguimos pautas ajenas en su búsqueda, hasta que comprendemos que no sirven para uno los mismos placeres que endulzan a otros.
Un saludo.

Citizen_0 dijo...

Los del pueblo saben que la encontró, seguro que lo saben. Esas cosas se notan, aunque no sepan dónde la guarda.

Todo cabe en el lugar donde queramos guardarlo realmente.

Un saludo.

mientrasleo dijo...

Bonitas palabras, aunque esa forma de cogerla, sin hablar... creo que no tengo prisa en alcanzarla.
Besos

Rocío Romero dijo...

Así que es tangible ;-). Tus palabras siempre son consoladoras, Alb, feliz 2012