Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa. Al principio me esperabas para desayunar, y buscábamos la manera de estar juntos lo máximo posible. Pero paulatinamente se ha ido haciendo más complicado, y hace varias semanas que ni nos vemos. Yo aprovecho, al llegar, para acurrucarme en la cama y recoger tu olor antes de que se desvanezca. Permanezco quieto, con los ojos cerrados, aprisionando lo que me queda de ti. Después del sueño, arreglo la casa, preparo la comida, salgo a correr, y antes de marchar de nuevo al trabajo, no olvido rociar la almohada con tu perfume.
NiñoCactus
16 comentarios:
ainsssss
Genial, me parece una maravilla, ese final es un acierto, libraste magistralmente lo peligroso del final sorpresa. Cautivador.
Un admirado abrazo.
Precioso micro, pero lo mejor no es eso. El final es tristemente sorprendente.
Felicidades
Un saludo
Así jamás perdería la esencia. Hoy te dejo suspiros después de leerte.
Un abrazo NiñoCactus.
A través de Baizabal he llegado a tu blog. Me encantó este micro, espero que no te moleste haya puesto mi enlace.
Un abrazo.
Desde el principio pensé que era como la película "Café de noche" (muy recomendable) pero el final es magistral, precioso, triste, de suspiro.
Abrazos
Que melancólico,una pequeña joya.
Al menos queda el recuerdo y el perfume. Melancolía pura y dura.
Un saludo indio
me lo estaba oliendo...
¡¡¡¡es brooooma!!!!, como siempre, un derroche de sensibilidad, ¿será esa su esencia?
Un abrazo
Ufff... Tenía usted razón. Por aquí no hace falta excavar mucho para encontrar tesoros.
Que bonito!
¡¡Que ternura y belleza!, me alegra volver y leerte. Un abrazo y disculpa mi ausencia
Mil gracias por sus comentarios, por los suspiros, por los tesoros, por los reencuentros, por la cercanía, por las recomendaciones, por los mares inciertos llegando a esta playa, por los silencios... Por dejar un poquito de su olor en este blog.
Besos y abrazos y sonrisas
Me quedo con el profundo olor y fragancia de tu perdurable perfume final.
Un cordial saludo. Manuel.
Muy bueno este micro, me recuerda a un día cualquiera,
de tiempos no muy lejanos…
Un saludo
Isabel
Es genial, yo le hubiera seleccionado. Está cargado de malancolía y de ternura, al leerlo no queremos perder ese perfume del amor...
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