-Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa.
El individuo del traje negro, hace una mueca y mira hacia un mostrador improvisado al fondo de la sala. Frente a él, una larga hilera de hombres con su misma indumentaria espera impaciente.
-Pobres diablos –piensa.
Tras una breve vacilación, deja el trozo de alma que acaba de adquirir y se dirige en busca de otro vendedor menos solicitado.
NiñoCactus
5 comentarios:
Desde el "Mar de incertidumbres" de Tordesillas:Gracias por robarme el "ALMA"
Buen intento, aún no he visto los ganadores, voy a ver cual ha sido la temática ganadora. Un abrazo.
Como vasijas vacías buscando su interior...
Genial!
qué bueno!, pobres diablos... desde luego que sí
Un abrazo
Me gusta lo que leo ,
aqui me quedo a seguirte .
Un beso grande!
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