–Y castiga sin postre al gigante...
–¡Pero así no era el cuento! –protesta la madre.
–Así es ahora –replica el niño, harto ya de interrupciones.
–¡No! Jack tenía que salir corriendo para no ser atrapado...
–Claro, esa era la historia del niño. En ésta es la madre la que sube por la planta de judías. Y si no te gusta, ya verás cuando oigas la versión de Caperucita.
NiñoCactus
9 comentarios:
touché!
Parece que ha llegado la hora de reescribir desde el principio todos los cuentos...
Qué buena idea, la madre sube y castiga al gigante. Creo que debes seguir explorando por ahí, que te salen dos o tres relatos estupendos y uno, claro, el propio cuento de las habichuelas con esa madre megapedagógica :-).
Los niños esperan escuchar palabra por palabra el cuento sin ninguna variante, menudos son ellos; aunque si hay alguien que los pueda convencer son las madres... jejeje
Me encanta el gigante castigado sin postre por la madre jeje me lo imagino y me hace sonreír...
Besos desde el aire
Muy buena idea esta otra versión de los cuentos pero adaptada por el niño. Me gusta.
Besitos
Buena vuelta, Alberto, una propuesta muy interesante. Abrazos.
Versionando cuentos para queluego no se diga que no hay más historias que contar...
Me gustaría leer esa caperucita... ;)
BESOS
Relativismo puro, si señor. Me encantan los cuentos que se escuchan por aquí, pero eso creo que ya lo he dicho muchas veces. No importa, siempre es verdad.
Un saludo.
Por que escribe tan bonito eh? Le quiero :)
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