Se dibuja una sonrisa mellada que disimula tapándose la boca con la mano. Pero la izquierda, porque en la derecha también le falta un dedo. Por eso la lleva siempre guardada en el bolsillo. Intenta que no se note todo lo que la vida le ha arrebatado, sin embargo son ya demasiadas cosas. La herida de un disparo le gangrenó la pierna izquierda. Una coz le hizo perder el riñón derecho. Tantas cicatrices dibujan el mapa de su historia. Pero sonríe, se tapa la boca con la mano, y sigue entregando su corazón como si no se lo hubiesen arrancado nunca.
NiñoCactus
8 comentarios:
A veces la vida da tantas tortas que la sonrisa la tiene que buscar uno mismo, aunque sea mellada. Otros sin embargo lo tienen todo menos la felicidad.
Saludos
El corazón es lo que más veces se arranca, pero inexplicablemente sigue en su lugar. Como siempre, destila ternura entre frase y frase.
Un saludo.
Inasequible al desaliento pero vivo, dispuesto a volcarse y darlo todo, o al menos el corazón. Personaje genial para un micro bien escrito. Me gustó.
Un beso, Luisa.
¡Qué músculo más terco! Me gusta el relato, Niño, aún no está todo perdido.
Bravo por ese corazón intacto.
Y esa mano en la boca.... me encanta.
Felicidades
Este es de los míos, a pesar de las cicatrices, todavvía sonríe y es capaz de entregar el corazón.
Precioso.
Besitos
El corazón es una planta extraña, se empeñan en arrancarlo del pecho una y otra vez y el terco se agarra a la vida floreciendo...
Besos desde el aire
Estoy seguro de haber comentado aquí.
Dibujas un personaje entrañable, de los despiertan una ternura muy grande.
Un abrazo.
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