Muerto pero mío, murmura mi tía-abuela Carmen observando una foto de su marido. Luego se acerca y me dice, con un cansancio de flores marchitas, que no tuvieron suficiente con robarles la vida, también les quitaron la muerte. Así dejaron de pasar los años para ella.
Una tarde me contó que estuvo frente a frente con la Parca. Hasta se atrevió a preguntarle dónde estaba Manuel, pero sólo obtuvo una mirada llena de tristeza. No me lleves, le dijo, no hasta que le encuentre. Y le enseñó sus dedos con las uñas rotas llenas de tierra.
Todavía no la ha vuelto a ver.
NiñoCactus
10 comentarios:
La parca tuvo la piedad que los que se llevaron a Manuel no...
Bello texto NiñoCactus. Gracias.
Besos desde el aire
Le robaron la muerte... My interesante. A ver si te animas a escribir un cuento, me refiero a algo más extenso.
Qué bonito!
Me gustan las uñas rotas con tierra. SI no la ha vuelto a ver es porque sigue buscando ¡pobre!
Un abrazo
No se que es peor que la vida te arranque un amor o que este no quiera la vida!
Una hermosa escena. LLena de recuerdos por utilizar para la gran búsqueda. Espero que lo encuentre y que además encuentre muchas más cosas mientras lo busca.
Un saludo.
Hay tanta gente que ha desaparecido dos veces. Qué bien transmites la fuerza y la fiereza de esa tía-abuela.
Saludos
Hoy me has partido el alma, en esta cultura nuestra perder a alguien y no poder despedirse es morir un poco, aunque la Parca te deje respirar...
Me gusta esa imagaen de la Parca contemplando esas uñas rotas llenas de tierra.
Besitos
Un texto de los que oprimen los sentimientos hasta notar ese nudo que las ausencias dejan. Este relato es muy "niñocactusiano" ;) Abrazos.
Tus textos son magníficos, transmiten sentimientos de una forma sin igual.
Un placer pasar por aquí.
Un abrazo.
HD
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