miércoles, 24 de marzo de 2010

Rebeca

Si salía corriendo, echaba la basura en el contenedor y volvía al portal sin perder ni un segundo, la luz seguía encendida. Lo tenía todo calculado.

Aquella noche se me desató la zapatilla. Fue un instante, hacer un nudo. Pero al llegar la entrada estaba a oscuras. Tragué saliva y, mientras me acercaba al interruptor, sentí un susurro a mi espalda. Elige: tu hermana o tú.

Al día siguiente fui al baño después de cenar. No había otra salida. Vomité. Mi madre me puso su mano en la frente. No tenía fiebre pero me quedé en la cama.

-¡Rebeca! Hoy bajas tú la basura.

Estaba salvado.


NiñoCactus

14 comentarios:

NiñoCactus dijo...

Intento de relato de terror.
No se imaginan lo mal que lo pasaba al bajar la basura cada noche. Me daba pánico, cuando se apagaba la luz del portal, encontrar a alguien al volver a encenderla. Uff.
Un abrazo de día.

Martikka dijo...

Imagino perfectamente el terror que sentías porque tu descripción es perfecta. Yo también recuerdo el temor a que se apagara la luz del portal, y más aún, la del sótano donde estaban los cuadros de luces: un lugar húmedo y pavoroso a mis ojos de niña.
Saludos.

Mónica dijo...

Un abrazo de vuelta para ti, a mi me pasa algo parecido, pero con los huecos de las escaleras.

Bakar dijo...

La próxima entrada de mi blog estará inspirada en esta entrada... Muy buena!

Elchiado dijo...

El otro día se me cayó en el autobús el saco que me regaló... y qué jaleo!!!, hasta el chófer tuvo que retirarse a un lado para poder reírse sin riesgos...
Sabe, Cortázar me apasiona en sus relatos, y éste de Rebeca me ha recordado mucho a él; por ejemplo, a uno muy famoso que tiene, "Casa tomada", ¿lo conoce?; por si acaso no, ahí va: http://www.lainsignia.org/2001/enero/cul_031.htm
Abrazo

David Moreno dijo...

Me gustó, puedo sentir el miedo en esos momentos... capaz de "vender" a su propia hermana...

Un saludo indio

Maricarmen dijo...

Poooobre hermana, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah.

Besos.

Gonzalo dijo...

Que miedo siempre a la ocuridad, verdad?
O es que... no teniendo nada más en que pensar -porque nada se ve- es cuando los miedos se hacen más fuertes?
Genial Entrada! Felicidades.

depeapa dijo...

No sabía que vivías en Granada y tan cerca...seguro que nos hemos visto un montón de veces...
Gracias por tus comentarios!

Sol. dijo...

Sentí un frío en mi espalda, a pesar de estar cerca del balcon, fue diferente de los otros.
Aparte el nombre Rebeca dice tanto. No sé porque pero lo imagino en un cuento o novela de terror.
Te sigo que ya me gusta lo que escribes!
Un beso NiñoCactus =)!

Rubén dijo...

Esa voz a oscuras, desde la espalda... El miedo hace que tomemos soluciones basadas en la supervivencia.
Desdichada Rebeca. Sacrificada por su hermano, maldita zapatilla caprichosa.
Has conseguido el relato de terror, un saludo

Der Kleine Zürcher dijo...

Yo también conozco ese pánico a bajar la basura cada noche... sólo que nunca coló cargar con esta tarea a mi hermana... ;-)

Arha dijo...

ah la oscuridad...! guarda siempre la posibilidad de todo
y el todo aterra,
claro que sí

abrazos!

Elchiado dijo...

No quisiera ni pensar que salió usted a tirar la basura y se le apagó la luz del portal... sólo pasaba para hacerle una visitilla y darle un abrazo... ahhh, espere (((Elchiado))), ahora puedo abrazarle sin miedo, funciona esto de los paréntesis, sabe? Y, dígame, ¿para cuando unas líneas...? Que el auténtico relato de terror es no poder leerle...