domingo, 16 de noviembre de 2008

Superpoderes

De niño pensaba que tenía poderes y estuvo a punto de romperse la crisma cuando, ataviado con una sombrilla, saltó desde el muro del jardín. No le dolió el golpe sino descubrir que no podía volar. El siguiente chichón se lo hizo al chocar, en plena carrera, contra el tabique de su cuarto. Tampoco era capaz de atravesar paredes. “Este niño no es normal”, dijo su madre mientras le ponía mercromina en la frente. “Claro que no”, pensó él, “soy un superhéroe”. Y tachó de la lista la habilidad de curar.
Creció descartando la eolokinesis, cryokinesis y todas las kinesis de los cómics que leía sin darse por vencido. “¡Telepaqué?”, le preguntó en el recreo su mejor amigo. “Olvídalo”, respondió tras veinte minutos en silencio mirándose con cara de tontos.
Sólo una vez creyó encontrarlo. Aquella tarde el tiempo se paró de pronto. Allí estaban sus ojos, al otro lado del pasillo. Durante unos segundos todo se movió a cámara lenta pero no ocurrió nada. Esa noche lloró la diferencia entre ser y sentirse invisible.
Y hoy sigue, con su capacidad de ilusionarse intacta, buscador de buscadores, sin rendirse jamás... Quizá, un día, alguien le susurre al oído que esos también son superpoderes.

Niñocactus

8 comentarios:

aitana carrasco dijo...

Tener la capacidad de ilusionarse intacta tambi´en es un superpoder.

Blogadicta dijo...

ainx pobrecillo, lo de la sombrilla me ha recordado a mary poppins XD
y si ilusionarse tb es un superpoder,entonces soy una superheroina de ordago!
Ya hechaba de menos tus cuentos.
Muchos besines.

ANGELLUZ dijo...

Cuantas veces, me rompi la cabecilla, la frente, la boca y algo más por creer , en los superpoderes y con el paso de los años descubrí, que el unico superpoder es el AMOR. Magnifica historia Niñocactus

anis dijo...

Me encanta el blog!
Es curioso, yo de pequeña también intenté volar desde la litera de arriba y ahora 20 años después sueño que vuelo, mucho, continuamente lo hago y muy bien por cierto
:)

termenon dijo...

Me ha encantado este especialmente... eres un husmeador de la web estupendo... Siempre he pensado que el oficio de escritor y el de espía tenían mucho que ver... Gracias por tus comentarios por todos lados, aquí, allá y acullá...
Es un placer recorrer tus lineas. Gracias Niñocactus... oye!, pinchas mucho?

belula dijo...

Esos sí que son superpoderes de los buenos!!!!....aysss

Anónimo dijo...

Si no te conociera bien pensaría que más que un cuento es un trocito de tí... ;)

Desde pekeñina yo duermo con la ventana cerrada aunque haga mucho calor..., en el fondo siempre he creido que podía volar y me daba miedo saltar dormida!!!
BESOS DE PELUSA

NiñoCactus dijo...

No lo dije pero el cuento está dedicado a M. Por saltar con una sombrilla desde un muro en una prueba de vuelo, inspirar esta pequeña historia y ser estupendo...

Aitaneta: y de los grandes... Sonrisa

Sara: pues podemos hacer un grupo de superhéroes. Tú nos diseñas los trajes, jeje. Gracias por echar de menos los cuentecillos, todo un halago.

Angelluz: este niño tiene un corazón gigante...

Fantasma: increíble la sensación de poner aire bajo nuestros pies... ¿y qué le hace volar, señorita?

Termenon: el placer es mío al disfrutar de sus dibujos. Me considero más observador que espía, el objetivo no es enterarme de secretos sino tener los ojos bien abiertos... Mmm, pues yo creo que no pincho pero no sé si soy el más indicado para decirlo (salvo alguna queja por barbas no ha habido otras protestas)

Belula: y no siempre nos damos cuenta, ains.

Carusia: ¡Setecure la pelusa! Cómo no vas a volar si eres un hada. Besos de mandarina