miércoles, 15 de octubre de 2008

El primer botón (Segunda parte)

El primer botón salió doce años más tarde en la planta del pie derecho. Comenzó como un bultillo redondeado, el bultillo se transformó en cojera y la cojera le libró del servicio militar y de una misión humanitaria en la que derribaron al avión de su patrulla. Manuel había estudiado trompeta con la esperanza de ser músico del ejército. Al no poder hacer la instrucción, acabó tocando con sordina en el club de alterne del pueblo. Y fue allí donde conoció a Marisol, una prostituta del norte que apenas sabía leer y escribir. Cada amanecer, después de cerrar el bar, él la acompañaba hasta su casa. Después, bajo su balcón, inventaba cada día una nueva nana. Fue así como le pusieron el mote de “El gallo”.

Niñocactus

2 comentarios:

Milana dijo...

linda nana...

Anónimo dijo...

el momento más feliz del día... acompañarte a casa.

... impaciente por saber del resto de botones!

Besiñooooos