Se había torcido la semana. Frunció el ceño. Lo desfrunció. Inclinó la cabeza a la derecha, la cadera hacia atrás y abrió un poco más las piernas. Todo era encontrar el nuevo equilibrio.
Niñocactus
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Oye, que cuentos tan bonitos y evocadores! Me pasare por aqui a menudo! Saludos
niño cactus por aqui se tuerce la semana cada semana!! tengo que mantener el equilibrio para no caerme de la postura que tengo ya!! resistencia!! un besote de vida salvaje
4 comentarios:
Oye, que cuentos tan bonitos y evocadores! Me pasare por aqui a menudo! Saludos
Me encanta! Decir mucho con pocas palabras es todo un arte.
Un beso lunático!
Ay, Niñocactus... si todo fuese tan fácil como lo explicas!... Este fin de semana voy a practicar esta solución para mi desequilibrio...
Abrazo
J.
niño cactus por aqui se tuerce la semana cada semana!! tengo que mantener el equilibrio para no caerme de la postura que tengo ya!! resistencia!! un besote de vida salvaje
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