Él no lo sabía pero allí, escondidas en el libro, aguardaban las palabras que le diría la primera vez que la viese. Y después de aquellas, todas las demás, siempre nuevas, a ratos inventadas con guiños y besos... Y él, ingenuo, sin saberlo al comenzar... "¿Encontraría a la Maga?"
Niñocactus
5 comentarios:
Aayyy, RAYUELA...?!!!
Como siempre, me encantas.
Besiños desde tierras coruñesas!!
el día que la encuentres (a la Maga, digo), no dejes de avisarme... tenemos una cita pendiente, ella y yo, para ir a tirar paraguas al Sena desde todos los puetes de París.
(puentes, digo)
La encontrará...
el relato siempre debe continuar.
Abrazos.
Este fragmento me recuerda a Oceano Mar de Alessandro Baricco.
Todas las cartas de amor que tenía guardadas para el día en el que llegase la que sería la mujer...
de su vida.
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