-Entonces, ¿cómo podemos saber que no es un sueño? -dice Ana.
Pero la respuesta siempre queda incompleta por el timbre del reloj. Hasta que un día decide no poner la alarma y justo, en el mismo instante de siempre, se despierta.
Niñocactus
Pero la respuesta siempre queda incompleta por el timbre del reloj. Hasta que un día decide no poner la alarma y justo, en el mismo instante de siempre, se despierta.
Niñocactus
1 comentario:
Pobre Andrés, quizá debería contarse los dedos de la mano con el pulgar... Cuando sueñas siempre pasas de cuatro a un millón.
Hay sueños que duelen al despertar. Morpheo es mala persona. >_<
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