martes, 20 de marzo de 2007

Quería el niño, de lejos, poder abrazar al sol
y lo esperó por la noche sentado sobre el colchón.
Mientras el alba llegaba, la luna al niño acunó;
así se quedó dormido y su sueño lo alcanzó.

Niñocactus

lunes, 19 de marzo de 2007


Cuando llegó tenía los ojos cerrados y la cabeza apoyada sobre el cansancio, arrebujado en forma de almohada. Durante un instante lo miró y descalzo, susurrando unas palabras, lo abrazó. Al despertar, el joven supo que su sueño le había encontrado.
Niñocactus

lunes, 12 de marzo de 2007

Católica desde la infancia, cuando quiso acabar con su existencia, tuvo el mayor problema moral de toda su vida. Lo resolvió comenzando a trabajar en el circo. Como blanco humano del lanzador de cuchillos. Sabía que él, avejentado y con tendencia al alcohol, era el peor de todo su gremio. Sin embargo, durante la primera gira que hicieron juntos, sólo una vez sufrió un pequeño rasguño. En esa herida él lo pasó peor que ella y supo así que se había enamorado.

Tenerla enfrente como diana, le hizo volver a ser el de antes. Su pulso ya no temblaba y siempre sonreía, seguro, antes de lanzar sus proyectiles. El público lo volvió a adorar. La plenitud del lanzador contrastaba con la imagen desgarrada de ella, a quién el renacimiento de esta habilidad la alejaba de su deseada muerte.

Fue justo el último día de una gira por Europa cuando por fin, llevado por la compasión, decidió liberarla de sus sufrimientos. Cuando ella levantó la vista y vio que una lágrima resbalaba por su mejilla, comprendió, al instante, que ese sería el último lanzamiento. Justo antes de que el cuchillo atravesara ambos corazones, ella supo que se había enamorado también.

Ning1

sábado, 10 de marzo de 2007

Toda mi vida la había pasado encerrado entre aquellas paredes. Cuando al fin me decidí a huir, no encontré camino que me llevase hacia la ansiada libertad. No importaba la dirección que tomasen mis pasos, siempre encontraba un obstáculo que me impedía seguir avanzando. Derrotado en un rincón y consumido el cuerpo, mi alma comenzó su ascenso. Desde el aire pude contemplar allá, abajo, el laberinto.

Niñocactus

miércoles, 7 de marzo de 2007

Era buscador de imperdibles. Sin embargo jamás rechistó por esa inútil profesión heredada. Alguno de sus tatarabuelos debía aburrirse de no hacer nada. Fue al devolver la sonrisa a aquella joven cuando supo que continuaría con la tradición.

Niñocactus

sábado, 3 de marzo de 2007

Dicen que la Eternidad se enamoró del Tiempo cuando aún era fugaz. Llevaba un vestido blanco y andaba descalza por la playa. Desde entonces deshoja los días y sonríe.

Niñocactus

viernes, 2 de marzo de 2007

Receta (2)


Para el insomnio le recetaron somníferos. Los tomaba antes de acostarse con un vasito de agua, pero soñaba en blanco y negro. Se solucionó cuando el médico, sabio, le cambió el agua por zumo de frutas.

Ning1