No pudo evitar mirar de reojo la puerta del apartamento. No sabía cómo explicarlo pero allá, en su interior, entre esas cuatro paredes, se encontraba el mundo, lleno de imágenes, de olores, de cosas vividas y por vivir. Y sin embargo, aquí fuera, todo se volvía extraño, asfixiante. Tenía la sensación de estar rodeada de mil barreras invisibles que le impedían moverse. Sólo hacía falta volver a cruzar el dintel para estar a salvo.
-Pero ese es tu mundo, no el mío –dijo por fin apretando los dientes mientras pulsaba el botón del ascensor.
NiñoCactus
9 comentarios:
Cambiar de mundo y de vida suele producir vértigo... Pero ella es valiente.
Besos desde el aire
Las barreras exteriores las ponemos nosotros. Las paredes de nuestro interior, más amplias, o más estrechas : también.
Muy chulo Nuño Cactus.
Un abrazo.
Dar el primer paso eso es lo difícil lo demás ya es más fácil.
Buen micro
Besitos
No se si es una impresión mia o hay una despedida, ella se encuentra a gusto allí, pero el no...se va...
No hay que poner límites al campo!!
Un abrazo!!!
Vaya, pues sí que tiene lecturas este micro. Para mi solo hay una protagonista en la escena, eso si, dividida en dos, la que quiere quedarse y la que intenta huir.
Ahora resta pensar si la solución le fue del todo satisfactoria.
Un saludo
Sí señor, ahí, como una valiente!
Buen micro.
¿Agorafobia?
Romper, recuperar la libertad siempre es difícil. La libertad, al principio y en el fondo, duele.
Un saludo
Me encanta!..y el ascensor, personalmente respiro profundamente mientras entro.
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