Tras la última clase de la tarde, Sebastián Laborda se dirigió a su despacho. En el claustro sólo se encontraban algunos de sus alumnos, y el bedel cerraría la Facultad en unos minutos. Aceleró el paso. No debía entretenerse. Había quedado con Emilio y sabía cuánto odiaba que se retrasase.
El escritorio estaba lleno de papeles por ordenar. Mañana me pongo a ello, pensó. Abrió el cajón inferior, cerrado con llave, y sacó un cuaderno destartalado. Las páginas, ya amarillas, estaban repletas de notas, tachones y, en demasiados puntos, emborronadas de forma que era imposible leerlas. Se trataba de un diario pero las fechas saltaban hacía delante y retrocedían de un modo imposible. ¿Qué te pasó Víctor? ¿Realmente te volviste loco, o descubriste algo? Sebastián se sorprendió pronunciando aquellas palabras en voz alta. Se había especializado en topología geométrica, y esos escritos encerraban un misterio o, más bien, una respuesta a muchas de sus dudas sobre la curvatura espacio-tiempo.
Los dedos del joven localizaron la hoja exacta. Conocían de memoria el viejo libro. Ahí estaba: 30 de octubre de 2011. Justo el día de hoy. Sin embargo no había anotaciones, sólo un treinta escrito con números y rodeado por un círculo rojo. A su lado había dibujado varios signos de exclamación. ¿Qué estaba a punto de ocurrir? ¿Qué viste profesor?
Sebastián miró la hora. Se había hecho más tarde de lo previsto. Volvió a guardar el cuaderno y salió a toda prisa. Por suerte, había encontrado aparcamiento frente a la puerta del edificio. Aceleró sin prestar atención a la señal de límite de velocidad. Entonces ocurrió: un fogonazo, el golpe. Había atropellado a alguien, o tal vez a algún animal.
Descendió del coche. Algunos de los transeúntes le miraron extrañados cuando se agachó y comenzó a buscar debajo del vehículo. No había nada, ni nadie, y sin embargo el parachoques estaba manchado con sangre.
NiñoCactus
Ilustración de Entintades
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9 comentarios:
A sus pies!
Te quedó genial de verdad!(ya comenté por allí ;-)
Besos
Muy bien, has abierto nuevas vías a esta locura.
Besitos
Más interrogantes, más misterios...Ese 30 en rojo...
Genial NiñoCactus. Y la ilustración de Entintades es el cierre perfecto.
Besos de enhorabuena desde el aire
Bonita continuación y preciosa ilustración.
Te sigo leyendo.
Un abrazo
O sea que la explicación de lo premonitorio lo dejó más confuso.
Niño Cactus! un placer conocer tu trabajo y poder colaborar contigo virtualmente, me ha encantado por mi parte y me lo pusiste muy bien por tu claridad y precisión en el texto. Un abrazo compañero!
Felicidades de nuevo, Monsieur.
los fantasmas también sangran :)
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