domingo, 25 de septiembre de 2011

Venus

Parecía encontrarse en el borde mismo de la Tierra, a tan sólo un paso del planeta más cercano. Era la rara del grupo. Siempre ausente, en ese instante justo antes de la partida. Y eso, de alguna manera, reafirmaba su presencia.
Recuerdo el último día. Sus palabras desprendían un brillo intenso, casi cegaban. Olvidó su cuerpo, pálido y hermoso, en el quinto baño de los aseos del instituto. Allí la descubrí.
Por primera vez, la abracé.



NiñoCactus

6 comentarios:

Rosa dijo...

Ufff intenso, muy intenso.
Lo cuentas como si no dijeras nada, no se como explicarlo, tan simple...Pero emociona hasta el tuétano.

Besos desde el aire

montse dijo...

Hey, esta versión es más larga y me gusta más....

Maite dijo...

Me pasa como a montse, esta versión me parece de una cautivadora intensidad. Enhorabuena por tus logros en las justas, has tenido un paso por ellas realmente bueno.
Abrazos.

anis dijo...

los raros siempre son los mejores

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho. Es realmente conmovedor.
Por lo que leo arriba, has hecho un buen papel en las justas, pero yo no las sigo. Felicidades, en cualquier caso.
Un abrazo,

Susana Camps

Miguelángel Flores dijo...

Qué final tan atroz. Qué bien dibujada esa persona introvertida, ajena, rara. Y ese deseo oculto. Felicidades.

Un saludo