Llevabas muerta cinco días cuando al fin te encontré. Hacía años que te buscaba incansable aún sabiendo que me podía haber llevado toda la vida localizarte. Pero necesitaba saber por qué desapareciste de pronto sin dejar rastro. No se me ocurrió otra forma para hallar tu paradero.
Como cada viernes recorrí el callejón mal iluminado hasta detenerme frente a la portezuela oxidada. Tres golpes, el pago por adelantado y la espera en la sala llena de gente. Llegó mi turno. Me senté frente a la gitana y coloqué mis manos sobre sus palmas abiertas. ¿Con quién quiere contactar?, preguntó la médium. Volví a decir tu nombre y esta vez sí hubo respuesta.
Niñocactus
3 comentarios:
:)
das esperanza.
dicen que nunca se pierde..
lo dudo, sí lo hace, lo difícil es volver a encontrarla y darle la confianza perdida, es difícil recuperar la confianza.
Al menos él la encontró!:)
me alegra.
Fantasmita: al menos él la encontró, sí... ¿Y usted es de esos fantasmas que necesitan una medium para contactar? Pero, será un fantasma de los buenos, ¿no? Al menos a mí me lo parece...
Besos de Fantasma de Palacio (un libro de cuando era peque)
Niñocactus
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