viernes, 2 de febrero de 2007

PROFETAS

El profeta Mahoma se había hecho mayor y no era ya capaz de moverse. Los habitantes de la montaña, mareados de que su lugar de residencia cambiara tanto de lugar, decidieron irse al mar y hacerse pescadores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

PROFETAS II

Había sido difícil habituarse a la vida en la costa, pero por fin, varias generaciones después, sus barcos podían ya competir con las aguas de las que extraían sus alimentos. Hasta que un día un segundo profeta se acercó y rompió el mar. Los pescadores, algo desesperados, se volvieron a las montañas.