viernes, 13 de septiembre de 2013

La mirada indiscreta de los girasoles

Lo comprendí aquella tarde caminando juntos; atravesando choperas, labrantíos de trigo recién segados, y aquel campo de girasoles que fue volviendo cada flor a nuestro paso.
Ahora ya sé por qué las moras maduran entre tus manos.

NiñoCactus

4 comentarios:

Ester dijo...

Cuanto tiempo. Una alegría leerte. Abrazos

Unknown dijo...

Jo... Espléndido. Está ud. en plena forma, me alegra volver a leerle.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

¡Excelente!

Me alegra volver a leerte.

Un saludo,

Rosa dijo...

Dulce, como el sabor de las moras maduras.

Besos desde el aire