A pesar de los kilómetros de caminos, océanos y desiertos que los separaban, Óscar y Javier estaban más cerca de lo que nadie había estado nunca.
Se conocieron por uno de tantos errores que suceden a diario, para que la vida pueda seguir su curso sin que nosotros podamos impedírselo. Una mañana, apareció una carta en el buzón de Óscar. Alguien había dibujado una ciruela como única dirección, y el cartero, sin saber muy bien qué hacer con aquel sobre, decidió dejarlo en la frutería.
Tres hojas arrancadas de un cuaderno y escritas por los dos lados, eran su único contenido. Óscar comenzó a leer despacio, sin más prisa que la de ir comprendiendo cada frase. Cuando terminó, sus ojos brillaban como dos cerezas de Burlat recién cogidas del árbol. Allí, en aquella carta, entre aquellas palabras, sin poder explicar muy bien cómo, se encontraba el cielo, tan azul y limpio como él siempre lo había imaginado. Y lo que alguien, firmando Javier, había escrito, no era más que unas simples instrucciones de vuelo. Una bandada de letras que iba trepando por el aire.
Quince minutos más tarde, Óscar comenzó a garabatear todos sus pensamientos en una cuartilla amarillenta. Después, con una sonrisa, metió en el sobre una hoja fresca de menta y dos flores de jazmín, lo cerró, dibujó un pájaro en él y, a la mañana siguiente, se lo entregó al cartero.
Nadie sabe adónde iban las cartas, ni tampoco de dónde venían. A veces llegaban con olor a mar y restos de algas, como si hubiesen cruzado el océano. Otras traían pequeños granos de arena, o hielo aún por deshacer, o el rastro de una tormenta... Lo único cierto es que nunca faltaron a su cita.
Así, a pesar de los kilómetros de caminos, océanos y desiertos que los separaban, Óscar y Javier compartían el mismo cielo. Ése, al que ambos habían aprendido a llegar volando.
NiñoCactus
17 comentarios:
Hoy esperaré con impaciencia la llegada del cartero. Quizás exista más allá de los mares una Ana o Marta o Tania... que quiera compartir mi cielo. Soñar está al alcance de todos ;-)
¡Precioso!
Ayssss niñooo....qué bonito!!!, me ha encantado....Justo ahora que yo voy a conocer ese cielo que comparten conmigo muchos bloggeros al otro lado del charco, a muchos que se pasean por mi blog de vez en cuando...les pondré cara y voz!!!. No es mágico???. Besos
Aunque no me pronuncie mucho ultimamente, siempre observo cada una de tus palabras desde mi escondite. Un besito.
Esta mañana ha venido el cartero cargado como todos los días de cartas aburridas y pesadas. Entre todas había una que resaltaba por ser diferente. Era un sobre en el que no venía reflejado remitente ni destinatario. Cuando lo he cogido, lo he abierto despacio y dentro sólo había una hoja en blanco. ¿qué raro? la carta anduvo dando tumbos toda la mañana por casa, con el correo aburrido. Cuando me volví a sentar ante él, vi que el sobre estaba más abultado. Lo abro con cuidado y dentro para mi sorpresa había un avión de papel. Escrito me decía ¿Te montas?
. -¿cómo? Cerré los ojos y en un segundo me encontraba sentada en aquel avión de papel. Sobrevole la cocina, dos piruetas y con un picado llegué hasta la ventana abierta. Ahh¡ Volando el cielo en un avión de papel.
¡Cómo me ha gustado! Precioso.
éste me chifla
un beso ensobrado
y en el sobre, dibujado, un cactus
¡¡Cuanta ternura e imaginación!!, me encantó conocer esta historia con tantas cartas con sorpresas. Un abrazo para ti.
Qué bonito!
Me ha encantado tu blog.
Un beso desde Sweet&Sour,
*Lisa*
niñocactus
alguna vez dibuje
una flor dentro de una espina
en el frente de un sobre
éscríbame con savia y viento
que yo lo espero
nube en mano
Este cuentecillo nace de una colaboración con Citlalinushka. Ella me dibujó un elefante-nube-azul para mi lluvia, y yo le escribí una historia para su tendero Óscar. Ha sido muy divertido e interesante. Citla es una persona maravillosa y alegre. Será un placer seguir compartiendo ideas con ella.
Principito: todo el que espera..., sueña.
Belula: tiene que ser toda una aventura. Menudos nervios. Pero yo sé que usted es una experta voladora.
Sara: Gracias. Besitos hacia todas las direcciones para que alguno llegue directo a su escondite y no tenga que salir a buscarlo.
Atenea: si sobrevuela algún mar y ve un barquito de papel, salude que voy a bordo.
Aitana: Cómo me gustan sus sobres ;P
Mónica: las cartas, salvo las de facturas y propaganda, llevan siempre alguna sorpresa dentro.
Lisa: Bienvenida. Me alegro de que le haya encantado. Le mando más besos de ciruela.
Ahra: yo le escribo desde alguna parte, en la "mitad de arriba" de un globo de agua y tierra y fuego.
Si un tocayo mío sabe volar, y yo puedo escribir cartas, esto es casi como una regla de tres no?... Por tanto, si escribo esto como si fuera una carta ¿quiere esto decir que mañana sabré como lanzarme al aire y aletear? ojalá...
Este me encantó!
Mil gracias por tus cuentos
Qué gracia! Yo también te conocí gracias a depeapa, sería un orgullo colaborar con vos.
Vuestros cuentos me dejan sin palabras,,,
he llegado a vuestro blog de casualidad, que cuento tan lindo.
enhorabuena.
volveré a leeros.
un saludo
tan cierto, esas situaciones de la vida donde ella nos pone para seguir su curso. Cuando uno comienza a hilar como se dan las cosas es magnifico. Todos estamos bajo el mismo cielo
un beso niño cactus :)
Precioso, original y muy bien escrito, ¿Qué más se puede pedir?
Me ha gustado ;)
Que afortunados Óscar y Javier, tan lejos y sin embargo tan cerca compartiendo el mismo cielo.
(me has hecho recordar cuando hace tiempo una persona, que vivía muy lejos, y yo mirábamos la luna por la noche para sentirnos más cerca)
Tu cuentos no son solo hermosas historias contadas con las justas palabras... son excavadoras que le revuelven a uno por dentro... y agitarse es bueno.
Gracias. Un abrazo
Precioso. Brillante. Lleno de infinitos: luces, sueños, horizontes, ternuras...
Gracias una vez más doctor en almas.
Mil besos
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